En mi calidad de Presidente de la Fundación para la Libertad de Nicaragua, deseo informar —con gratitud y transparencia— los resultados de nuestra participación en los eventos paralelos organizados por gobiernos democráticos amigos durante la más reciente Asamblea General de las Naciones Unidas. Somos conscientes de que lograr que el drama humano nicaragüense sea escuchado en medio de una agenda internacional intensa, colmada de asuntos urgentes que absorben la atención de los gobiernos del mundo, no es tarea sencilla. Sin embargo, hicimos todo lo posible para asegurar que la voz de las víctimas de la dictadura sandinista estuviera presente y, gracias a muchas manos solidarias, lo logramos.
Quiero expresar un agradecimiento muy especial al equipo del Secretario de Estado, Marco Rubio, por su solidaridad y liderazgo, que nos permitió acceder a espacios de alto nivel en actividades paralelas (side events), no solo con actores clave de la diplomacia de Estados Unidos, sino también con gobiernos amigos. Deseo destacar en particular al Sr. Samuel Samson, Senior Advisor en la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo (DRL), por su cercanía, compromiso y apoyo constante a la causa de la libertad en Nicaragua. La solidaridad democrática del equipo del secretario Rubio con los nicaragüenses que anhelamos libertad —así como con la Iglesia Católica y las comunidades cristianas perseguidas— merece mi más profundo reconocimiento.
Asimismo, gracias a la cortesía del Departamento de Estado de los Estados Unidos, participamos en espacios como el panel: “The Fight for Free Speech: Resisting Global Censorship”, donde constatamos el firme compromiso de Estados Unidos —y sus aliados— con la defensa de la libertad de prensa y expresión. Tuvimos la oportunidad de exponer ante subsecretarios y embajadores recientemente nombrados, la odisea de los periodistas nicaragüenses en el exilio, el sufrimiento de los presos políticos encarcelados por sus ideas y la persecución sistemática contra la Iglesia Católica, evangélica y morava. Además, sostuvimos conversaciones sustantivas sobre la política hacia América Latina, con especial atención al caso de Nicaragua.

En este mismo espíritu, nuestro agradecimiento se extiende a las delegaciones de Ucrania, Panamá y muchos otros países amigos, que con respeto y seriedad escucharon la denuncia de la grave crisis de derechos humanos que enfrenta el pueblo de Nicaragua. Su apertura para dialogar y explorar vías de cooperación refuerza nuestra convicción de que la libertad en Nicaragua es también una causa inseparable de la democracia en el mundo.
Finalmente, deseo reconocer el apoyo del World Liberty Congress, el Concordia Summit y la Red Liberal de América Latina (RELIAL), cuyo respaldo estratégico, logístico y moral ha sido determinante para amplificar nuestra voz y tender puentes con importantes aliados internacionales.
Próximos pasos
La siguiente semana, a partir del 29 de septiembre, la Fundación para la Libertad de Nicaragua regresará a Ginebra en el marco de las sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Durante los meses de octubre y noviembre, daremos continuidad a nuestro plan de trabajo con exposiciones ante legisladores de Chile, reuniones con la bancada Renew Europe en el Parlamento Europeo en Bruselas y gestiones ante el Parlamento de Alemania. También participaremos en el CADF en Guatemala y en el Foro América Libre en México, espacios claves para fortalecer alianzas regionales y visibilizar la lucha por la libertad en Nicaragua. Informaremos oportunamente sobre los avances y resultados de estas gestiones.
Con renovada determinación, reitero que seguiremos trabajando —con firmeza y perseverancia— para que Nicaragua no sea olvidada ante el mundo y para que la causa de la libertad, la esperanza y la dignidad humana prevalezca.
Atentamente,
Félix Maradiaga
Presidente
Fundación para la Libertad de Nicaragua